Tras los Pasos del Cofrade

4.- El sabor de la pasión

En la historia de las cofradías ha estado siempre muy presente la gastronomía a través de las populares colaciones, comidas y cenas que se relacionaban con las procesiones.  Su recuerdo ha llegado hasta nuestros días con varias tradiciones que han conservado las cofradías en el refresco que el mayordomo ofrece antes de la salida de los pasos con licores y repostería, y las cenas que tienen lugar al acabar las procesiones con un menú que marcan los estatutos y reglamentos de las hermandades con las alubias, bacalao y lechazo como platos que no pueden faltar.

Es muy curiosa también la tradición en la que algunas cofradías se reúnen minutos antes de salir los pasos para comer olivas negras y escabeche, en un ritual conocido como ‘las aceitunas’.

Los pichones, el cocido castellano, las sopas de ajo, el potaje de garbanzos o el pisto castellano junto a los asados, con el lechazo churro como bandera, son algunos de los platos típicos de la mesa de esta tierra.

Sin embargo, en Semana Santa, la repostería es la joya de la gastronomía riosecana. Los bollos de baño y aceite, las rosquillas de palo, las pelusas, las afamadas marinas, los abisinios, y una larga lista, endulzarán los paladares más exquisitos.